Una mujer ha abierto una tienda de abrazos
Samantha Hess, una mujer de Oregon, está pagando sus deudas gracias a los abrazos que le vende a la gente en su tienda “Abrazate conmigo”. Por muy sorprendente que pueda parecer este negocio, ha conseguido ya que 10.000 personas compren su afecto.
Samantha le cobra a cada cliente, que debe ser mayor de edad, un dólar por cada minuto de abrazos, realizados en una de las cuatro salas temáticas que tiene montadas en su local.
La joven considera que su negocio es un método de terapia autodidacta que ayuda a la gente a sentirse amada y cómoda. Eso si, les hace firmar un acuerdo a sus clientes en el que determinan que sean limpios, educados y no se quiten la ropa.
Una sesión normal de caricias con Samantha tiene una duración de una hora, pero los clientes pueden reservar desde 15 minutos hasta un máximo de 5 horas. Hay entre cuatro y seis posiciones diferentes para elegir y se puede hacer en una cama o en un sofá.
Por razones de seguridad, todas las salas temáticas están equipadas con cámaras de seguridad. Todas las sesiones se graban por si alguno de los clientes empieza a tener algún comportamiento extraño.
¿Te animarías a probar?